martes, 26 de febrero de 2008

POR FAVOR, DIOS MIO...!SOLO TENGO 19 AÑOS¡




El día de mi muerte fue tan común como cualquier día de mis estudios universitarios. Hubiera sido mejor que hubiera regresado en el autobús, pero molestaba el tiempo que tardaba llegar a casa.

Recuerdo la mentira que le conté a mama para que me prestara su automóvil; entre los muchos ruegos y suplicas, dije que todos mis amigos manejaban y que consideraría un favor muy especial si me lo prestaba.

Cuando sonó la campana de las 2:30 de la tarde para salir de clases tire los libros por que estaría libre hasta al otro día a las 8:40 de la mañana; corrí eufórico al estacionamiento a recoger el auto, pensando solo en que iba a manejarlo a mi libre antojo.

¿Cómo sucedió el accidente? Esto no importa, iba corriendo con exceso de velocidad, me sentía libre y gozoso, disfrutando el correr del auto. Lo ultimo que recuerdo es que rebase a una anciana, pues me desespero su manera tan lenta de manejar.

Oí el ruido ensordecedor del coche y sentí un tremendo sacudimiento... volaron hierros y pedazos de vidrios por todas partes, sentí que mi cuerpo se volteaba al revez y escuche mi propio grito

De repente desperté, todo estaba muy quieto y un policía estaba parado junto a mí, también vi a un doctor. Mi cuerpo estaba destrozado y ensangrentado, con pedazos de vidrios por todas partes, cosa rara pues no sentí ningún dolor.

¡Hey! No me cubran la cabeza con esa sabana no estoy muerto, solo tengo 19 años, además tengo una cita esta noche. Todavía tengo que crecer y gozar una vida encantadora... ¡NO PUEDO ESTAR MUERTO!
Depues me metieron a una gaveta, mis padres tuvieron que identificarme. Lo que más me apenaba era que me vieran así. Me impresionaron los ojos de mama cuando tuvo que enfrentarse a la más terrible experiencia de su vida, papa envejeció de repente cuando le dio al encargado del anfiteatro: sí este es mi hijo.

El funeral fue una experiencia macabra, vi a todos mis parientes y amigos acercarse a la caja mortuoria pasaron uno a uno con los ojos entristecidos; algunos de mis amigos lloraban otros me tocaban las manos y sollozaban al alejarse.

¡Por favor, alguien que me despierte!, No aguanto ver inconsolables a papa y mama. La aflicción de mis abuelos apenas y les permite andar... mis hermanos y hermanas parecen muñecos de trapo. Pareciera que todos estuvieran en trance nadie quiere creerlo, ni yo mismo.

¡Por favor no me pongan en la fosa¡, te prometo Dios que, si me das otra oportunidad, seré él más cuidadoso del mundo al manejar, solo quiero una oportunidad más.
Por favor Dios mío... ¡solo tengo 19 años!














---> ¿COINCIDENCIA O FALTA DE PRUDENCIA?, a todos nos puede pasar, pero... cada quien es responsable de sus propios actos. Aprende a tener prudencia...así conoceras los límites de tus actos...probablemante si no lo haces, después te podrás arrepentir. Piensa antes de actuar y de elegir...mide las consecuencias que éso tendrá y evalúalas.

sábado, 23 de febrero de 2008

" CAMBIEMOS COMPORTAMIENTOS SOCIALES "

OBSERVA !!!! ...

"Cuando me preguntaron sobre algún arma capaz de contrarrestar el poder de la bomba atómica yo sugerí la mejor de todas: La Paz". -Albert Einstein-



90% de los accidentes de tráfico son debidos al fallo humano: alcohol, exceso de velocidad, omitir señales, consumo de drogas, distraccion, fatiga, etc., etc....
"El cuerpo, si se le trata bien, puede durar toda la vida"
-Enrique Clarasó-
"La mesa ha matado más gente que las guerras"
-DeMaistre-

"Solo despues de que el último árbol sea cortado,
solo despues de que el último río sea envenenado,
Solo entonces sabrás que el dinero no se puede comer".
-Profecía india-





Éstas son sólo 4 imágenes de millones que circulan por la red, en donde podemos darnos cuenta que la prudencia está en nosotros y en nuestro comportamiento. El no seguirla como debe ser puede tener éstas y muchisimo más consecuencias tanto en nuestra vida cotidiana, como en el medio ambiente en el que nos desarrollamos. Y estámos seguros que más adelante nos arrepentiremos de no haber actuado a tiempo contra todos los daños que nos hemos hecho a nosotros mismos y a otros.